INTRODUCCIÓN
El fenómeno de la niña originado en aguas del océano Pacífico, junto con otros sistemas meteorológicos, propician precipitaciones desde la primera semana de marzo al sur de la región Caribe, lo que sugiere la preparación con acciones enfocadas a la prevención por parte de todos los actores del Sistema Nacional de Gestión del Riesgo de Desastres. Es por esta razón que, desde el Consejo Departamental de Gestión del Riesgo de Desastres del Atlántico, se presenta el Plan de Contingencia para la Primera Temporada de Lluvias, documento establecido bajo los lineamientos de la UNGRD y basado en los datos proporcionados por el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales –IDEAM, como entidad encargada de la vigilancia del sistema climático del país.
De acuerdo con el contexto histórico, durante la segunda quincena del mes de marzo se presenta la transición a la temporada de lluvias en la región caribe, con aumento de nubosidad lo que incrementa la probabilidad de precipitaciones durante periodos prolongados. Según el IDEAM, a corto plazo se pronostica prevalencia de lluvias con diferente intensidad, las cuales coinciden con el inicio conocido de temporada de lluvias, aunado a la presencia del fenómeno de la niña, se esperan precipitaciones acumuladas por encima de niveles normales en el territorio. De igual manera, en el mes de abril hay un aumento significativo en lluvias con volumen importante en precipitaciones hasta el mes de noviembre. En la región se presenta un ciclo anual de carácter bimodal con incrementos de lluvias en los meses de abril y mayo, extendiéndose hasta mediados del mes de junio.
Es importante señalar que, aunque el fenómeno de la niña haya alcanzado su punto más alto a inicios de marzo y tenga tendencia descendente en los indicadores oceánicos y atmosféricos que definen su ocurrencia, la incidencia seguirá observándose por lo pronto hasta el mes de mayo de 2022, lo que sugiere suelos húmedos, propensos a deslizamiento de tierra, avenidas torrenciales, crecientes súbitas e inundaciones entre otros.
En ese contexto, con el presente documento se espera generar estrategias de respuesta temprana a la atención de emergencias por ocurrencia de eventos asociados a la temporada de lluvias, así como fortalecer el conocimiento y la reducción del riesgo con la comunidad, organismos de socorro y autoridades locales y regionales en la jurisdicción del departamento del Atlántico.
